La persona desde su nacimiento desarrolla el sentido de pertenencia y por lo tanto no debe sentirse sola, debe cultivar el sentido de pertenencia.
El sentido de pertenecerse, como hijo de Dios único e irrepetible.
El sentido de pertenencia a Dios.
El sentido de pertenencia a la familia.
El sentido de pertenencia al amigo o grupo de amigos.
El sentido de pertenencia a la iglesia, etc.
Por que? Por que te son afines; a tu cultura, a tu generación, a la escuela, al grupo de clase, a un equipo deportivo, música, ideología, religión, etc.
Solo que, desde la adolescencia se debe de tener cuidado a que pertenecer o afiliar, sus sentimientos, o emociones, que le dan a uno, una identidad personal, por que cuando se vive en un culto, al sentido de pertenencia, es difícil desprenderse de ella, y entonces termina uno, en una serie de consideraciones, como la siguiente reflexión:
La soledad.
Se nos han enseñado a tener miedo a la libertad; a tomar decisiones, a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía, porque desde la infancia y toda la vida se nos ha formado el sentimiento de orfandad; porque se nos ha hecho profundamente dependientes de los demás y se nos ha hecho sentir que la soledad es negativa, alrededor de la cual hay toda clase de mitos. Esta construcción se refuerza con expresiones como las siguientes ¿te vas a quedar solo?, ¿Por qué estas muchachas, están tan solitas?- ¡¡¡hasta cuando vamos a reaccionar ante esta situación!!!!.
Por ejemplo en la construcción de la relación entre los géneros existen muchas implicaciones y una de ellas es que las mujeres no están hechas para estar solas y vivir de una manera independiente de los hombres, establecen un sentido de pertenencia al cual deben de tener cuidado, por que esta relación debe de fincarse en un bienestar común, aún en los recuerdos, al sentirse desoladas, a falta de la compañía de un varón.
La soledad puede definirse como el tiempo, el espacio, el estado donde no hay otros que actúan como intermediarios entre nosotros. La soledad es un espacio necesario para ejercer los derechos autónomos de una persona y para tener experiencias en las que no participan de manera directa, otras personas.
La necesidad de contacto personal en un estado de dependencia, es vital y es una necesidad de apego. En el caso de las personas, es establecer una conexión de fusión con los otros, es entrar en contacto real, material, simbólico, visual, auditivo o de cualquier otro tipo.
La soledad es un recurso metodológico imprescindible para construir la autonomía. Sin soledad no sólo nos quedaremos en la precocidad, sino que no desarrollamos las habilidades de la persona. La soledad puede ser vivida como metodología, como proceso de vida. Tener momentos temporales de soledad en la vida cotidiana, momentos de aislamiento en relación con Dios, con otras personas es fundamental. y se requiere disciplina para aislarse sistemáticamente en un proceso de búsqueda de comunicación del estado de soledad en comunión con Dios.
Es posible comprender entonces, que en la construcción de género en la definición de las personas, se anula algo de tu personalidad, que al nacer es parte del proceso de vivir. Al crecer en dependencia, por ese proceso de orfandad que se construye en la persona, ya que se crea una necesidad irremediable de apego a los otros, o de adhesión a hábitos que en ocaciones no son recomendables, como: al ocio, el vicio, etc., si no se tiene, una debida formación de valores.
Y si tu caso es tener, temor a la soledad, te puedo decir que esa soledad a la que temes no existe. Tienes a un Dios de amor, tu familia, amigos. lo importante es que disfrutes tu edad y si no tienes amigos, busca llenar ese vacío en otras cosas, como el recrearse con la naturaleza, ella por si sola, refleja una gran sabiduría. Leer la palabra de Dios. Escribir también, hace sentir a uno muy bien. Creer en Dios, aprender a quererte. Una vez realizado eso, tales cosas dejaran de importarte y ya veras como va apareciendo la vida en presencia de Dios de manera natural sin que la busques o desees tanto. Quiere a tus semejantes, se afectuoso, agradecido y vivir con mucho animo!!, compartiendo la palabra de Dios.
Una demanda típica de las mujeres, es que sienten la necesidad de sentirse acompañadas, pero muchas veces es un pedido de acompañamiento de alguien que es débil, infantil, carente de amor, incapaz de asumir su soledad. En la construcción de la autonomía, y se trata pues, de reconocer que estamos solos ante la presencia de Dios, en un mundo en donde hay que saber convivir y de construir la separación y distancia entre una persona y los otros."
La desolación.
Estar desolados es el resultado de sentir una pérdida irreparable. Y en el caso de muchos, la desolación sobreviene cada vez que la persona se queda sola, cuando alguien no llegó, o cuando llegó más tarde. Podemos sentir la desolación a cada instante.
Otro componente de la desolación y que es parte de la cultura de género es la educación fantástica hacia la esperanza. A la desolación la acompaña la esperanza: la esperanza de desarrollar el sentido de pertenencia de encontrar a alguien que nos quite el sentimiento de desolación y nada mejor que desarrollar esa confianza en Dios, y encontrar que pertecemos a ÉL.
El sentido de pertenencia.
Para desarrollar el sentido de pertenencia se requiere primero, ser una persona autónoma, La autonomía pasa por cortar esos cordones umbilicales y para lograrlo se requiere desarrollar una disciplina independiente, de no levantar el teléfono cuando se tiene angustia, miedo o una gran alegría porque no se sabe qué hacer con esos sentimientos, porque se nos han enseñado que vivir la alegría es contársela a alguien, antes que gozarla. El placer existe sólo cuando es compartido para legitimar la experiencia.
Si no dudamos, no podemos ser autónomas porque lo que tenemos es pensamiento dogmático. Para ser autónomos necesitamos desarrollar pensamiento crítico, abierto, flexible, en movimiento, que nos inspire a construir verdades y esto significa hacer una revolución intelectual entre nuestros semejantes.
El trato social en la vida cotidiana está construido para impedir la soledad. El trato que ideológicamente se da a la soledad y la construcción de género, anulan la experiencia positiva de la soledad como parte de la experiencia humana de una persona. Convertirnos en sujetos significa asumir que de veras estamos solos con Dios, solos en la vida, solos en la existencia. Y asumir esto significa dejar de exigir a los demás que sean nuestros acompañantes en la existencia; dejar de conminar a los demás para que estén y vivan con nosotros, y que mejor que todo esto, es: buscar siempre vivir una vida plena, ante la presencia de Dios.
Reflexiones de vida,
http://foroadventista.org/forum/blog.php?17682-Reflexiones-de-Vida
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